Grité los tres goles de Federico Nieto como si se jugara una final del mundo", le cuenta a Clarín Emanuel Marto de 20 años. A su costado, en un sillón de la casa ubicada en el barrio Marcos Sastre de Córdoba capital, se encuentra Alberto, su papá. Padre e hijo, conformaron el equipo denominado "Albert, un grande", que se consagró ganador de la novena fecha de esta edición del Gran DT.
"No somos una dupla técnica", le aclara a este cronista Alberto, de 48 años y que se gana la vida manejando un remis. "El técnico soy yo, él es el presidente", bromea su hijo Emanuel.
Como buen técnico, el muchacho siguió su olfato estratégico y decidió a último momento hacer una transferencia: sacó al delantero de Vélez Hernán Rodrigo López y le dio una oportunidad al atacante de Colón, Federico Nieto.
"Debería compartir el premio con él", dice en referencia al delantero que se destapó con una tripleta de goles ante su ex club Huracán.
Con 136 puntos, el equipo que formaron estos cordobeses basó su triunfo en el poderío ofensivo, ya que seis de sus once jugadores (Jara, Formica, Velázquez, Méndez, Maldonado y el ya citado Nieto) convirtieron 8 goles en la fecha. Otra de las claves del éxito fue el armado de un equipo gasolero , ya que igualó en puntos con otro participante, pero su menor presupuesto ($ 55.400.000 contra 56.400.000 de "La perinola del fútbol", de Ezequiel Ansaldi), resultó desequilibrante.
Con sus jóvenes 20 años, Emanuel trabaja por la madrugada en un frigorífico. Se describe como fanático de River y tiene debilidad futbolera por Ariel Ortega. Su papá es hincha de Belgrano de Córdoba, mientras que las mujeres de la casa simpatizan con Talleres. "Por lo menos una alegría entre tantas pálidas que me da el fútbol cordobés", dice Alberto.
"Cuando llamaron para avisarnos, pensé que era una broma", explica su mujer Sandra acompañada de Katia (18) y Candelaria (9), sus otras dos hijas. La menor de la familia Marto, cuenta que es la primera vez que ganan un premio.
Y los cinco, a coro, se autodefinen como "futboleros de pura cepa".
Un reflejo de esto es que hasta Candelaria, de 9 años, había armado su propio equipo en ediciones anteriores del Gran DT.
Según comenta la propia familia, algunos vecinos de la zona se asustaron al sentir gritos y festejos en la madrugada del martes. La alegría de los Marto, atravesó las paredes de su vivienda ubicada en la calle Tristán Narvaja del sur de esta Capital.
Alberto, pasa gran parte de su día arriba de un auto y luchándola para "poder llevar el mango a casa". En la puerta, el coche verde descansa bajo la sombra de un árbol. Pero esta vez, según él explica, "el día comenzó de una manera distinta por esta gran noticia".
"¿Qué haremos con los 10 mil pesos? Todavía no lo sabemos, tenemos deudas que pagar y si queda algo lo invertiremos en la casa", expresa Alberto rodeado de toda su familia en un mediodía atípico y caluroso. Mientras tanto, en el monitor de la computadora y como fondo de pantalla, su equipo se luce a la vista de todos.
Fuente: Clarín