Lo eliminaron de la Copa y la revancha le llegó muy rápido
En la fecha anterior sólo sumó 43 puntos. Armó su equipo con jugadores "que no los tienen todos".
Quién puede juzgar una estrategia? ¿Quién puede, a priori, saber si es buena o mala, si funcionará y si será la llave del éxito, o, por el contrario, conducirá a quien la implemente al fracaso seguro? Es imposible. La única forma de juzgarlas es por sus resultados. Por eso, la arriesgada estrategia de Pablo Nicolás Rodriguez resultó ser la correcta. Porque, gracias a ella, este Licenciado en Administración, de 25 años, se transformó en el sexto ganador de esta edición del Gran DT.
"Aposté a elegir jugadores que no fueran muy tenidos en cuenta por los otros participantes. Si a un jugador lo tienen todos, cuando juegue bien vas a sumar mucho, pero todos los demás también. En cambio, con mi sistema, cuando andan bien tus jugadores enseguida le sacás ventaja al resto", afirma Pablo, que es hincha de Boca y admirador del Bambino Veira. Por eso bancó al Chavo Alustiza, pese a sus flojas actuaciones en las últimas fechas; por eso apostó al uruguayo Sebastián Fernandez y no a su compatriota y compañero Santiago Silva, goleador del torneo y uno de los hombres más elegidos por los DTs. Y por la misma causa esperó a que Nico Gaitán, que venía enemistado con la red, tuviera una actuación consagratoria. Y ellos, entre otros "poco populares" jugadores, fueron fundamentales para los 124 puntos que obtuvo su equipo, Boya Mandale F.C.
Ir a contramano de todos implica asumir riesgos. Pablo lo sufrió en carne propia, cuando tras clasificar con esfuerzo a la Copa Chevrolet, quedó fuera de carrera en la primera fecha, con una pobrísima actuación de 43 puntos. Pero no se desesperó. Realizó una sola transferencia (Federico Insúa por Patricio Rodríguez, sin continuidad en Independiente) y aguardó por la revancha. No tuvo que esperar demasiado.
Pablo asegura que desde el viernes "venía palpitando que podía tener una buena actuación. Me entusiasmé con el gol de Velázquez a Vélez, y al leer en el diario del domingo las buenas actuaciones de Fernández y Ortigoza". La esperanza recién tomó forma concreta con "los dos goles que hizo Gaitán, pero como todavía faltaba jugarse el partido de Newell´'s y Estudiantes, podía pasar que Boselli, que lo tiene medio mundo, hiciera tres goles y cambiara todo".
Confiesa que todavía no pensó en qué hará con el premio. "Para eso hay tiempo, ¿no?", afirma con una sonrisa.
Quién puede juzgar una estrategia? ¿Quién puede, a priori, saber si es buena o mala, si funcionará y si será la llave del éxito, o, por el contrario, conducirá a quien la implemente al fracaso seguro? Es imposible. La única forma de juzgarlas es por sus resultados. Por eso, la arriesgada estrategia de Pablo Nicolás Rodriguez resultó ser la correcta. Porque, gracias a ella, este Licenciado en Administración, de 25 años, se transformó en el sexto ganador de esta edición del Gran DT.
"Aposté a elegir jugadores que no fueran muy tenidos en cuenta por los otros participantes. Si a un jugador lo tienen todos, cuando juegue bien vas a sumar mucho, pero todos los demás también. En cambio, con mi sistema, cuando andan bien tus jugadores enseguida le sacás ventaja al resto", afirma Pablo, que es hincha de Boca y admirador del Bambino Veira. Por eso bancó al Chavo Alustiza, pese a sus flojas actuaciones en las últimas fechas; por eso apostó al uruguayo Sebastián Fernandez y no a su compatriota y compañero Santiago Silva, goleador del torneo y uno de los hombres más elegidos por los DTs. Y por la misma causa esperó a que Nico Gaitán, que venía enemistado con la red, tuviera una actuación consagratoria. Y ellos, entre otros "poco populares" jugadores, fueron fundamentales para los 124 puntos que obtuvo su equipo, Boya Mandale F.C.
Ir a contramano de todos implica asumir riesgos. Pablo lo sufrió en carne propia, cuando tras clasificar con esfuerzo a la Copa Chevrolet, quedó fuera de carrera en la primera fecha, con una pobrísima actuación de 43 puntos. Pero no se desesperó. Realizó una sola transferencia (Federico Insúa por Patricio Rodríguez, sin continuidad en Independiente) y aguardó por la revancha. No tuvo que esperar demasiado.
Pablo asegura que desde el viernes "venía palpitando que podía tener una buena actuación. Me entusiasmé con el gol de Velázquez a Vélez, y al leer en el diario del domingo las buenas actuaciones de Fernández y Ortigoza". La esperanza recién tomó forma concreta con "los dos goles que hizo Gaitán, pero como todavía faltaba jugarse el partido de Newell´'s y Estudiantes, podía pasar que Boselli, que lo tiene medio mundo, hiciera tres goles y cambiara todo".
Confiesa que todavía no pensó en qué hará con el premio. "Para eso hay tiempo, ¿no?", afirma con una sonrisa.
Fuente: Clarín.
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