El abuelo que sabe de fútbol
Hizo solamente un cambio en la fecha (Achucarro por Bieler) y bancó al resto del equipo para ganar.
Domingo Vacca, ganador de la 11° fecha del Gran DT, mostró un semblante relajado respecto de su logro. Quizás sea porque ya está habituado a las emociones fuertes. "Estuve en el Monumental cuando pasó la tragedia de Puerta 12".
Con memoria fotográfica, Domingo relató lo ocurrido aquel día: "Fui con un amigo y nos quedamos comiendo en un lugar de la zona. Como se nos hizo tarde, no nos dejaron entrar porque estaba lleno, así que nos mandaron a otra tribuna". La demora, factor vital en su ausencia del lugar del desastre, lo sacó de posible víctima y lo convirtió en testigo. "Cuando salimos, todo era un lío. Había gente por todo el piso y estaban tratando de darles aire porque no podían respirar". Además, recordó que tuvo la posibilidad de hablar con un conocido que había sobrevivido a la estampida humana. "Nos encontramos afuera y me contó que adentro la gente estaba toda encimada".
Luego de esa experiencia, sus ganas de concurrir a espectáculos deportivos no se esfumaron. Por el contrario, sumó a sus vivencias otros capítulos tensos. "En el 76, fui a la cancha de Racing y vi a Boca dar la vuelta con el gol de tiro libre de Suñé a River". El episodio, claramente grato debido a su fanatismo xeneize, no fue debidamente disfrutado en el momento. "Lo vi desde el lado de River, porque no conseguí entrada. Por eso me tuve que quedar calladito", contó con picardía.
Domingo es el ideólogo de su propio equipo. A pesar de eso, recibe la ayuda de su hijo Juan Pablo en el aspecto informático.
"La computadora no la maneja", intervino su hijo.
Respecto de la actualidad de Boca, el ganador de la fecha emitió un juicio claro: "No me gusta como juega". Para justificar dicha afirmación, no esgrimió razones estratégicas, sino que se refirió a los refuerzos contratados por el club. "La filosofía del técnico no me molesta, Boca siempre fue defensivo. El problema son los jugadores. No me gusta Caruzzo, hubiera preferido a Schiavi por que los full backs tienen que ser altos".
Jubilado y poseedor de una vida tranquila, el ganador se expresó de la misma manera cada vez que surgió el tópico del aprovechamiento del premio: "Vamos a ver".
Con tantas experiencias en su haber, la decisión no aparece como un factor desesperante.
Con memoria fotográfica, Domingo relató lo ocurrido aquel día: "Fui con un amigo y nos quedamos comiendo en un lugar de la zona. Como se nos hizo tarde, no nos dejaron entrar porque estaba lleno, así que nos mandaron a otra tribuna". La demora, factor vital en su ausencia del lugar del desastre, lo sacó de posible víctima y lo convirtió en testigo. "Cuando salimos, todo era un lío. Había gente por todo el piso y estaban tratando de darles aire porque no podían respirar". Además, recordó que tuvo la posibilidad de hablar con un conocido que había sobrevivido a la estampida humana. "Nos encontramos afuera y me contó que adentro la gente estaba toda encimada".
Luego de esa experiencia, sus ganas de concurrir a espectáculos deportivos no se esfumaron. Por el contrario, sumó a sus vivencias otros capítulos tensos. "En el 76, fui a la cancha de Racing y vi a Boca dar la vuelta con el gol de tiro libre de Suñé a River". El episodio, claramente grato debido a su fanatismo xeneize, no fue debidamente disfrutado en el momento. "Lo vi desde el lado de River, porque no conseguí entrada. Por eso me tuve que quedar calladito", contó con picardía.
Domingo es el ideólogo de su propio equipo. A pesar de eso, recibe la ayuda de su hijo Juan Pablo en el aspecto informático.
"La computadora no la maneja", intervino su hijo.
Respecto de la actualidad de Boca, el ganador de la fecha emitió un juicio claro: "No me gusta como juega". Para justificar dicha afirmación, no esgrimió razones estratégicas, sino que se refirió a los refuerzos contratados por el club. "La filosofía del técnico no me molesta, Boca siempre fue defensivo. El problema son los jugadores. No me gusta Caruzzo, hubiera preferido a Schiavi por que los full backs tienen que ser altos".
Jubilado y poseedor de una vida tranquila, el ganador se expresó de la misma manera cada vez que surgió el tópico del aprovechamiento del premio: "Vamos a ver".
Con tantas experiencias en su haber, la decisión no aparece como un factor desesperante.